Las pasiones de Sandra, una tinerfeña de 45 años que es toda una mamasota de caderas anchas y atributos perfectos, con unas tetazas gordas y suculentas. Nos confiesa que la pone a cién ver como los amigos de su hijo miran sus tetas con lujuria, y que siempre ha deseado cumplir la fantasía de follarse a fondo a uno de ellos.
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