Tenía 18 años cuando mis tíos me invitaron a pasar un fin de semana en su finca a las afueras de la ciudad. No era un plan que me agradara mucho puesto que mis dos primos son una niña y un niño de respectivamente y, aunque los quiero, no me divertiría mucho todo un fin de semana con ellos. Ante la insistencia de mis tíos acepté finalmente la invitación.
La finca era pequeña y tenía una casa para mis tíos, sus hijos y los huéspedes, y una zona social aparte, compuesta por la piscina, un baño para quienes la usaran y, justo detrás de ese baño, una habitación y otro baño privado para el señor que cuidaba la casa.
Categorías: Tube Galore
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